50 Sombras de Grey o el peor libro que he leído hasta la fecha

Jamás pensé que lo leería, pero mi ansia de conocimiento siempre me acaba matando. Y es que no me gusta hablar de lo que no conozco y como me gusta hablar y me gusta conocer… pues nada, que he terminado mi sufrimiento. Ayer acabe de leer 50 Sombras de Grey y aquí os traigo mi crítica.

Vamos por partes, como diría Jack el Destripador o mi profesora de Fisiología Animal delante de una indefensa rata. 50 Sombras de Grey (que denominaré a partir de ahora 50SdG) es el best seller del año(¡por Loth, Moradín, Tempus, Mielikky, Eilistrey… y todos los dioses de Faerun! Que esta basura sea tan vendida es preocupante). Se trata de una novela erótica ‘sadomasoquista’ que en muchos medios de comunicación han denominado ‘porno para mamás’. El dichoso librito de marras surgió al principio como un fanfic de Crepúsculo, pero se ve que a la señora se le fue de las manos.

El argumento de esta novela se resume en: una jovencita veinteañera virgen, Anastasia Steele, que nunca se ha enamorado, es muy inteligente pero muy acomplejada por su cuerpo conoce a un macizo empresario multimillonario de casi treinta años, Christian Grey, del cual se enamora y este la introduce en el mundo del sado.

Mi opinión resumida: peor que Crepúsculo, no la leáis. Emplead ese tiempo en algo más formativo como sacaros las pelusillas del ombligo.

Ahora bien, os detallo el porqué de esa opinión, pero primero os aviso que puede haber muchos SPOILERS así que no quiero lloros, quejas, ni amenazas de muerte.

¿Por qué no me ha gustado 50SdG?

Empecemos por la forma: mal escrito. Y mira que he leído novelas ligeras pero esta es la peor escrita que he visto en mi vida. Abuso de puntos suspensivos, de mayúsculas… por mucho que digáis que es lenguaje actual a mi no me la coláis, majetes. Mi alumno de 3º de la ESO le da mil vueltas a esta señora y aun no ha publicado nada (y suspende lengua). A parte, la forma de contar la historia es tan pobre, las descripciones tan vacías, el vocabulario tan muerto… y digo muerto no porque use palabras olvidadas, sino porque un mail cualquiera a un amigo de apenas 300 caracteres tiene un léxico más rico que las 280 páginas de dicha novela.

Y ahora vamos a por lo gordo: la historia.

¡Oh!¡Sado!¡Qué excitante y novedoso!

Ni de coña…

Aquella que diga que ha mojado las bragas leyendo esta basura es porque se ha meado de risa y debería ir al médico a controlar sus pérdidas de orina. Pero mejor vamos despacio. La novela ha triunfado según muchos medios de comunicación, foros de ‘greyadictas’, twitter y demás redes sociales porque Grey es el hombre que toda mujer quiere. Os describo a Grey:

Hombre, 28 años de edad, está muy bueno, elegante (de momento vamos bien), millonario, con su propia empresa (eso ya es secundario), le va el sado (cada cual con sus gustos), obsesivo, celoso, posesivo, controlador, acosador, con un pasado oscuro…

A mí a partir de obsesivo ya no me gusta tanto.

Pero hay más, su lado sado lo saca fuera del juego sexual. Es decir, quiere un control total de la pareja fuera del acto sexual, durante las 24 horas del día le controla absolutamente todo: con quien sale, cuando, como, lo que come, lo que duerme, su aseo diario… permítanme decidles señores que eso no es un hombre que le va el sado, es un controlador con un complejo de inferioridad tremendo que si no tiene a alguien bajo su bota opresora no puede ser feliz.

No soy una experta en sado, no es mi rollo, pero por lo que he hablado con parejas que lo practican y lo poco que he leído la relación que se describe en 50SdG no es sado. En el sado los roles de amo y sumisa (o ama y sumiso) se dan solo ‘en el dormitorio’. Fuera de él, el equilibrio de poder en la pareja es normal (claro que esto depende de cada pareja y lo que se considere normal). A parte, se suelen intercambiar los roles de vez en cuando. Así que resumiendo, Grey no es así porque le va el sado, Grey es así porque es un controlador obsesivo que piensa que Anastasia es una posesión suya como si de un coche nuevo se tratara.

¿De verdad queréis un hombre que no os trate como una igual, como una compañera, sino como una posesión más? Creía que después de que nuestro género se pasara siglos luchando por ser reconocidas como iguales tendríamos algo más de dignidad.

Este es un punto importante, pues creo que el libro está mal contextualizado: no es un libro erótico con un hombre misterioso, es un libro sobre una relación tóxica de maltrato psicológico y a ratos incluso físico (al final sobretodo). Pues el tienes que hacer lo que yo quiera las 24 horas del día o si no te pego, no es sado amigas mías greyadictas, ES MALTRATO.

Y ahora me vendréis diciendo que tuvo una infancia muy difícil, que esta ‘lleno de sombras’ y blablabla. Pues que vaya a un psiquiatra, espera que ya va a uno, pues que le encierren. Luego no vemos tan bonito cuando sale una mujer maltratada en la TV pero Grey es perfecto pues tras zurrarla hasta que llora le da loción de bebes en el culete.

La única parte de sado de verdad que hay es cuando se meten en el ‘cuarto rojo del dolor’ y tampoco os creáis que es demasiado sado, es muy suave. El resto son polvos a lo salvaje de aquí te pillo, aquí te mato porque anda que tiene poco aguante el muchacho para lo joven que es. La mete y a los pocos segundos se acabó, ni le da tiempo a cambiar de postura. Eso sí, debería mirarse lo de empalmarse tantas veces tan rápido, porque unido a lo poco que aguanta o tiene una fábrica de fluidos o se va a quedar más seco que la mojama. 

Sobre Anastasia, deberíamos matar a ese personaje literario femenino y a su ‘diosa que lleva dentro’. Para lo inteligente que dicen que es y las notas que saca tiene muy pocas luces la chica. Por muy virgen que seas, y todo ese rollo que nos meten para que veamos que ella es la luz y la pureza que sacará a Grey de la sombra, te llega un tío y te dice ‘yo no hago el amor, yo follo duro’ y te descojonas en su cara. Al menos yo lo haría. Y después de ver lo que dura, me descojonaba aun más. Vamos, que la autora no ha echado un buen polvo en su vida o quería hacerlo muy light. Y los orgasmos de ella se resumen así ….

Por otro lado, Anastasia cumple todo lo que no debería ser una mujer: supersumisa, que hace de todo aunque le duela con tal de no perder al ‘hombre de su vida’ que en el fondo es un cabrón egoísta que se esconde tras el velo de ‘qué mal lo pasé de niño’ para hacer su santa voluntad y joder al resto, que no es capaz de hablarle directamente por miedo y se esconde tras la fría pantalla del ordenador sacando lo que verdaderamente piensa por mail no sea que se lo diga a la cara y la pegue. 

Y yo sigo viendo más semejanzas con el maltrato que con el sado. Por ejemplo, no le puedes decir a nadie lo que te hago. A nadie. Ni a tu madre, ni a tus amigas… ¿por qué piensen que soy un pervertido? Entonces ella también lo sería y tendría que tener cuidado con lo que dice. Es más un ‘no se lo digas a nadie, que te van a decir que esto no es sado sino que soy un maldito cabronazo’.

Resumiendo: desilusión total. Sabía que no iba a leer una joya de la literatura pero esperaba que al menos tuviera algo de chispa con eso de ser una novela erótica, pero los polvos no son nada excitantes pese a las guarradas que pueden llegar a hacer. En el fondo son sosos y dejan ver a una autora que no se ha molestado mucho en informarse y cuya historia es demasiado predecible.